Una historia de creatividad

Cuando era niña, pasaba mi tiempo buscando en el jardín, recolectando flores y creando jardines mágicos de hadas. Me encantaron los colores brillantes y la idea de crear un espacio que resaltara la belleza de la naturaleza. Como adulta, creo que todavía hago lo mismo, excepto que mi "jardín de hadas" es ahora mi hogar.

Entusiasta de la jardinería que ama todas las cosas astutas, comencé a crear arte funcional en mi dormitorio experimentando con una variedad de medios como el vertido acrílico, la resina, el macramé y la acuarela. Comencé a regalar mis creaciones a amigos y familiares y cuando me di cuenta de que las estaban exhibiendo en sus casas en lugar de guardarlas en un cajón, pensé, oye, tal vez haya un mercado para esto.

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Lo que primero fue una forma de terapia para mí se convirtió en un sueño de hacer lo que amo por el resto de mi vida, y la inspiración y el impulso detrás de Luna Daisy se convirtió en mi mundo.